Tierra de zapotes

Tierra de Zapotes es un proyecto que realice junto con mi hermana Odette Fajardo. El punto de conexión es un pequeño pueblo mexicano donde hemos pasado parte de nuestra vida, se encuentra enclavado entre montañas y valles, se llama Zapotitlán (que en Nahuatl significa “tierra de zapotes”.  El proyecto expositivo muestra un trabajo realizado en dos momentos, con dos plásticas, con dos concepciones del arte y con dos miradas sobre un  lugar que se mira en este momento a la distancia. 

El primer momento fue el registro fotográfico que realice en 2002 de la fiesta patronal de Zapotitlán, el segundo momento fue la intervención y reinterpretación de las fotografías por parte de mi hermana a través de la pintura y la plástica en 2010 en Valencia España.

Se realizaron dos exposiciones en la ciudad de Valencia. 

Taller de radio libre

En el marco del festival Periferies 2010, realice junto con miembros de Radio Malva, un taller de radio libre en el Centro de Cultura Contemporánea Octubre de la ciudad de Valencia. 

Este taller fue una experiencia colectiva en la cual compartimos las posibilidades que tienen los medios libres y alternativos en comparación con los grandes medios masivos, y al mismo tiempo utilizamos el espacio del CCC Octubre para realizar un programa de radio en vivo. 

CELEBRAR LA INDEPENDENCIA?

y entonces suenan en el aire los cuetes y las trompetas, los mariachis se desgarran y los gritos mojan un manto de miles de personas con un nopal en el corazón. Celebramos una fecha que hay que celebrar, se nos ha contado desde niños una historia que justo hoy cumple 200 años. ¿Qué hay que celebrar? la historia que nos han contado, o las realidades, celebramos la independencia de México ¿Qué es la independencia? en mi país como en muchos otros la libertad les llegó más a unas personas que a otras, ahora mismo hay gente que discrimina, que aplasta, ¿Qué hay que celebrar? las razones que nos inyectan las televisoras, las palabras que nos dicen los presidentes, las victorias de guerras y más guerras ¿Qué hay que celebrar? La historia no es un día, ni dos, ni tres, la historia no es una persona, o un héroe, o una heroína, o un grupo de personas, un país no es su riqueza económica, ni sus playas, ni lo bonito de sus hoteles, la historia se hace cada día, a cada momento, con la labor de millones de personas en su trabajo diario, en levantarse por las mañanas, en colocar tabique por tabique, en lavar la ropa al mismo tiempo que alimentar a lxs hijxs, en recoger el maíz con manos cansadas, en servir la comida a todo aquel que venga a la casa, México no es un puñado de gente de una historia que nos contaron, el país grita y al mismo tiempo llora, se ríe y siente hondo el dolor, México chorrea sangre, México se desborda de cultura, México zapatea fuerte, México baila con la muerte.

Que se debe de festejar la independencia ¿por qué? que no se debe de festejar la independencia ¿Por qué no? Yo festejo por lo que creo, festejo por las danzas, por las lenguas, por la cultura, por la comida, por la gente, festejo porque también hay que reír, festejo y no por eso olvido, festejo y cojo más fuerza para luchar, festejo a nuestra manera, festejo porque lo siento.

Y mañana cuando las trompetas no toquen y la gente de limpieza recoja el confeti, y la gente del campo siga sufriendo, y la gente de mansiones siga discriminando, y la corrupción siga tragando y las balas sonando y la gente llorando… yo seguiré creyendo, día con día, sin dejarme caer, sin que el miedo me derribe, contestando con sueños, contestando con acciones, contestando con ideas, celebrando mi cultura, celebrando las demás culturas, creyendo, alzando la voz, alzando la mirada.

SIN MÁSCARAS - Intervención y exposición en la EX-Galería

La artista visual Mª Luisa Moya Comeche realizo el siguiente texto con respecto a esta exposición:

Olar Zapata nos sorprendió con su última exposición  “Sin Máscaras. Los rostros inconscientes en el mundo cotidiano.” En Benimaclet, una conocida zona de la ciudad de Valencia.

La inauguración tuvo lugar en la Ex galería situada en la calle nuestra señora de la Asunción, una galería auto gestionada.

La exposición, de aire performático, movilizó alrededor de 40 personas, que prestaron su voluntad a la del  artista, que travistió sus roles habituales, repartiendo máscaras que voluntariamente se puso todo el mundo.

La gente se fue sucediendo dentro de la sala, que pronto  se empezó a quedar pequeña. Risas, reencuentros, ruido, fotos, jaleo…

Nadie dió orden alguna, Zapata abrió su maleta provista de máscaras y sin mediar palabra se enfundó una de sus personalidades;  los presentes bajaron la voz,  observando atentamente al artista que miró a todos fijamente.

Los espectadores, como si de una liturgia se tratara, imitaron al anfitrión. En un principio tímidamente hasta que en pocos minutos todos vestían nuevas caras, nuevos roles.

Todos aquellos nuevos personajes persiguieron a  Zapata, como si de una procesión se tratara, ocupando las estrechas  calles de Benimaclet, ante las miradas de los vecinos, algunos tensos, otros curiosos, otros extraños, receloso o divertidos ante la numerosa procesión.

Lo más inquietante fue la vuelta a la Ex galería, todos en silencio, quitándose ordenadamente sus “personajes”  y recuperando sus máscaras habituales, como si de una nueva piel se tratase.

La exposición de Zapata es la prueba empírica de que las máscaras no son sólo fijas e inamovibles, sino todos y cada uno de los roles que adquirimos  a lo largo del día o de nuestra vida,  poniendo en muchas ocasiones el inconsciente como un subterfugio para nuestras múltiples personalidades.

Sin duda una experiencia que te hace “dar la cara”.